La familia de Alberto Arévalo Cuesta está consternada por su crimen.

Era un domingo agradable para ellos cuando poco antes de las 11 de la mañana recibieron la fatal noticia de que había sido asesinado cuando conducía su vehículo.

“No tenía ninguna clase de problemas. No entendemos qué pudo haber pasado porque tampoco había recibido amenazas ni nada de eso”, comentó un familiar.

No obstante, la Policía analiza una hipótesis de acuerdo a la información entregada por la familia.

El hombre, de 52 años, tenía más de 15 terrenos y precisamente se dedicaba a la compra y venta de los mismos, por lo que no se descarta que el homicidio guarde relación por líos relacionado con la venta y compra de terrenos.

El hombre residía en el barrio Las Palmas de Barranquilla y dejó cinco hijos.

Arévalo Cuesta conducía su vehículo  marca Chevrolet Spark, de color gris y plcas IRV 789 cuando sicarios en moto lo interceptaron y le dispararon.

Un balazo fue directo a su cabeza, lo que le produjo la muerte en el acto y el vehículo terminó estrellándose contra un sardinel de una vivienda, ubicada en la diagonal 76B con carrera 3C, barrio Nueva Esperanza de Soledad.

Los asesinos emprendieron la huida a toda velocidad en la motocicleta con rumbo al barrio La Central.